martes, 8 de diciembre de 2009

ACCESO A LA EDUCACIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDADES

El día 3 de diciembre de este año (2008) se celebró en el Hotel Real Intercontinental, la Mesa Permanente de Personas con Discapacidades, bajo los auspicios de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y del Inter American Foundation, donde se dio a conocer el Convenio de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo, dentro del cual se desarrollan una serie de obligaciones para los Estados parte, a favor de la integración plena de las personas con discapacidades a la sociedad.

Relacionado con este acontecimiento, nos pareció pertinente desarrollar este artículo desde la perspectiva de la importancia de las aplicaciones tecnológicas para asistir a personas discapacitadas durante el proceso de enseñanza aprendizaje.

Las facilidades tecnológicas disponibles, a costos razonables, pueden facilitar la integración de las personas con discapacidades a programas educativos regulares, ofreciéndoles así una verdadera oportunidad para desarrollar su potencial y creatividad productiva, en beneficios del desarrollo económico y social de su entorno relevante, superándose con ello la estigmatización de que son objeto, a veces, por ser parte de un colectivo imaginario vulnerable de la sociedad, de quienes se subestima su capacidad de trabajo, no sólo por las limitaciones físicas que experimentan, sino por la falta de oportunidades de formación que han enfrentado a lo largo de la vida, dado que el sistema educativo, los métodos de enseñanza y los materiales didácticos, en medios como los nuestros, son relativamente rígidos para atender a niños y jóvenes con algún tipo de limitación.

Con el desarrollo tecnológico actual se pueden superar estos obstáculos que les impiden acceder a la educación demandada por el mercado laboral, ya que los dispositivos tecnológicos para compensar limitaciones visuales, auditivas y sensoriales son accesibles y la producción de tecnología aplicable a la educación, en los últimos años, tanto en términos de componentes como de aplicativos accionados mediante instrucciones orales o convertidores de texto a sonidos, ayudan a personas con dificultades motrices o sensoriales a utilizar equipos de trabajo convencionales.

Además, la educación a distancia acerca las aulas a las personas con discapacidades, en contraposición al formado educativo tradicional en que las personas tenían que acudir, indefectiblemente, a una escuela o centro de aprendizaje.

Asimismo la evolución tecnológica ha alterado radicalmente los conceptos convencionales de trabajo, ya que en la actualidad existen experiencias de teletrabajo en todas nuestras economías que demuestran que muchas actividades puedan realizarse desde el hogar y que los trabajadores que colaboran con alguna organización, no necesariamente tienen que presentarse a un centro de trabajo, sino que pueden recibir encargos mediante correo, físico o electrónico, y ejecutarlos donde se sientan más cómodos y enviarlos de la misma manera a quien se los encargó. Esto ayuda mucho a personas que tienen dificultades para movilizarse, por razones de tiempo, de costos u otro tipo de dificultad (discapacidades), pudiendo trabajar desde sus casas, universidades o centro comunitarios.

Estas nuevas modalidades de trabajo complementan perfectamente los procesos de aprendizaje que se están desarrollando rápidamente en la comunidad educativa, como son las escuelas abiertas, aulas virtuales, teleconferencias, tutoriales para el autoaprendizaje, etc.

Bajo este concepto muchas actividades se realizan entre personas que nunca llegan a conocerse en persona, pero que forman parte de comunidades educativas, culturales o laborales; en tal sentido, personas discapacitadas pueden integrarse "fácilmente" en este tipo de sociedades y espacios de trabajo.

Amartya Sen, premio Nobel de economía, al analizar la problemática de la pobreza a nivel mundial, ha elaborado toda una argumentación en torno a las capacidades individuales para desarrollar actividades productivas de manera competitiva; en ese sentido, una forma de avanzar hacia la aplicación efectiva de la convención antes mencionada, es precisamente mediante el desarrollo de las capacidades de las personas con limitaciones.

A partir del planteamiento del profesor Sen, nos parece que, en el caso de personas con discapacidades, los esfuerzos que se hagan en el sistema educativo para desarrollar sus capacidades, tienen un doble mérito, ya que además de habilitar a la persona para competir exitosamente en el mercado laboral, le ayuda a compensar, de alguna manera, sus limitaciones físicas o sensoriales y permiten además, identificar tareas que claramente pueden ser realizarlas personas "discapacitadas".

A manera de ejemplo podemos señalar que personas no videntes pueden acceder a literatura actualizada, sin necesidad de esperar a que sea traducida al sistema Braile, si éstas disponen de lectores de texto que permiten convertirlos en audio, por lo que, dichas personas ya no deben depender de alguien que les lea los textos usados para su aprendizaje o que tengan que asistirlos al tomar exámenes convencionales. Aunque siempre queda la posibilidad de hacer evaluaciones orales.

Además, existen teclados especiales para personas con limitaciones físicas que les permiten ingresar sílabas o palabras completas a través de una simple tecla, así como dispositivos periféricos para ingresar datos de manera oral.

De igual manera se puede disponer de material visual con subtítulos para personas sordas o con problemas graves de audición, así recuadros donde se traduce la exposición a través del lenguaje de señas.

Por otro lado se han desarrollado dispositivos como extensiones artificiales para personas con discapacidades físicas, para el uso de equipo de computación convencional, con lo cual pueden trabajar con equipos estándares, reduciéndose así los costos en tecnología para la asistencia de personas con diversas capacidades físicas, ya que sólo sería necesario comprar los dispositivos adecuados para cada estudiante, según sus limitaciones.

Michael M. Behrmann, profesor de educación y director del Centro para Discapacitados de la Universidad George Mason, agrupa la tecnología aplicada para fines didácticos, en herramientas visuales, auditivas, de comunicación y ortopédicas y destaca cómo este tipo de tecnología asistencial para alumnos especiales resulta tan versátil que se ha integrado a la tecnología educativa convencional, es decir, que sus bondades se han extendido a personas sin discapacidades, ayudándoles en el proceso se enseñanza aprendizaje, trascendiéndose con ello la esfera experimental, de tal manera que los estudiantes con limitaciones pueden participar en programas regulares de estudio y adquirir las competencias necesarias para optar por puestos de trabajo apropiados a sus habilidades y conocimientos, siendo todo esto consistente con lo planteado por Amartya Sen sobre las causas de la pobreza y el diseño de políticas educativas efectivas para atacarlas.

No esta de más mencionar las mejoras físicas que se pueden hacer en los centros de educación para hacerlos más accesibles a personas discapacitadas, rampas, superficies sin obstáculos, baños apropiados para personas con sillas de rueda, etc.

Como consecuencia de estos compromisos, sería necesario examinar en qué medida los programas educativos admiten la incorporación de tecnología apropiada para asistir a las personas discapacitadas en el proceso de enseñanza aprendizaje regular, a fin que éstas puedan acceder, realmente, a oportunidades de trabajo adecuadamente remunerados; sin embargo, no basta la simple incorporación de tecnología para enfrentar esta problemática, sino que además, es necesario capacitar a los docentes en su aplicación pedagógica para que se conviertan en mediadores eficientes entre esta tecnología y las necesidades de aprendizaje de los alumnos con discapacidades.

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