lunes, 21 de diciembre de 2009

SEGURIDAD SOCIAL, POLITICA DE ESTADO

En los últimos años, organismos como la OIT, CEPAL, el CIESS, el BID y el Banco Mundial, entre otros, han estado coordinando iniciativas para desvirtuar el carácter de derechos imperfectos atribuido a los derechos sociales, en realidades como las latinoamericanas, donde la cobertura de servicios esenciales a la condición humana de los ciudadanos ha estado condicionada a la disponibilidad de recursos fiscales para sufragarlos, lo cual limita las políticas sociales en términos horizontales y verticales, es decir, en cuanto al número de población cubierta y la suficiencia de los programas adoptados, convirtiéndose además, en un fuerte condicionante para el diseño de soluciones institucionales ante eventuales contingencias a que están expuestos los trabajadores y sus familias, a lo largo de su ciclo de vida.
Algunos estudios auspiciados por agencias de cooperación internacional demuestran, inclusive, que el principal impacto reportado por los programas asistenciales vigentes en América Latina, en materia de reducción de la pobreza, se encuentra localizado al final de la vida productiva de los trabajadores (cuando son adultos mayores); pero la eficacia de la política social es muy limitada en la etapa inicial de la vida de las personas; esto sugiere la presencia de alguna desorganización entre los programas sociales vigentes en nuestros países -El Salvador no es la excepción- y la necesidad de convertirlos en una verdadera política de Estado, a fin de aprovechar las sinergias institucionales potenciales existentes y la continuidad en el tiempo, de diversas iniciativas que tienden a replantearse, sin análisis suficiente, cada vez que cambia el Gobierno.
Es fundamental por lo tanto construir, de manera participativa, una política social integral que se encargue de dignificar al ciudadano dentro de la sociedad, al considerarlo como el centro del quehacer de la política pública, creando las condiciones adecuadas para que la persona disponga de los medios materiales suficientes para disfrutar, a plenitud, de los derechos que le asisten por su condición humana.
De ahí que las propuestas de organizaciones como el CIESS, por ejemplo, de cambiar el paradigma actual de la seguridad social cobra sentido, al proponer que debería establecerse un perfil de ciudadano modelo, los servicios congruentes con tal condición, el diseño de los programas para crearla, la institucionalidad más adecuada para administrar esos programas, el costo para hacerlos posibles y en función de ello, determinar los medios necesarios para financiarlos; al contrario de lo que sucede actualmente, donde se parte de la disponibilidad presupuestaria para definir qué servicios ofrecer y cuál es el tamaño de la población a ser beneficiada con ellos.

martes, 8 de diciembre de 2009

DISEÑO INSTRUCCIONAL Y TEORIA DEL APRENDIZAJE /

Este ensayo gira en torno a la reflexión a que nos invita la lectura de Yenny Otálora Sevilla, quien nos ubica con su artículo en un espacio de discusión sobre la epistemología del aprendizaje significativo del niño en edad temprana y los medios ideales para administrar el proceso de enseñanza-aprendizaje (PEA), partiendo para ello de un paradigma distinto al piagetiano observado por los docentes en nuestro sistema educativo, abriéndose una interesante discusión sobre las estrategias de intervención más apropiadas para que el niño construya su pensamiento abstracto, a partir de la experimentación y la resolución de problemas matemáticos.
Para poner en contesto los planteamientos del artículo base del presente ensayo, podemos explorar la experiencia del programa administrado por la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas de la Universidad de El Salvador, conocido como “Jóvenes Talentos”, donde a través de estrategias de aprendizaje colaborativas se han venido desarrollando las habilidades matemáticas de toda una generación de muchachos que asisten a una academia sabatina de ciencias (matemáticas, química y física), cimentándoles como parte del PEA, bases importantes de pensamiento crítico, al exponerlos a exigencias de estudio propias de carreras universitarias convencionales.
Dicha experiencia donde los jóvenes deben resolver problemas de forma holística coincide con el planteamiento teórico de la profesora Sevilla, en el sentido que la disonancia cognoscitiva permanente le permite al niño construir nociones numéricas de manera progresiva y desarrollar concepciones teoréticas de manera espontánea.
De hecho, la estrategia didáctica utilizada en el ese ambiente de aprendizaje descansa sobre bases científicas, y aunque es bastante probable que los tutores de estos estudiantes, no estén totalmente conscientes de los principios pedagógicos en que se sustentan sus intervenciones en el proceso de construcción del pensamiento matemático de los jóvenes, lo cierto es que están validando, permanentemente, los aportes teóricos de pedagogos interesados en descubrir cómo aprende el ser humano, inclusive antes de adquirir la capacidad para comunicarse por medio del lenguaje articulado y de lo que hoy conocemos sobre el proceso natural de aprendizaje del niño en edades tempranas, echando mano de diversos recursos simbólicos que se encuentran a su alcance para manejar representaciones cuantitativas de los elementos de su entorno.
Al ver los resultados logrados por los muchachos del programa en eventos internacionales de habilidades matemáticas y de su capacidad para aplicarlas a las ciencias físicas, nos parece que las estrategias de intervención utilizadas han sido exitosas y que por lo tanto, el diseño instruccional responde apropiadamente a la forma en que aprende el estudiante.
En todo caso, da la impresión, a partir de esa experiencia, que pasar del pensamiento a la acción constructivista resulta más fácil, mientras más jóvenes sean los docentes e intermediarios entre el conocimiento y los estudiantes, dado que el cambio significativo del currículo oficial e instalación de este nuevo modelo pedagógico denominado constructivismo, enfrenta una resistencia subyacente por parte de la comunidad docente que continúa administrando un proceso de enseñanza-aprendizaje conductistas, en las aulas.
Por otra parte y aunque las experiencias educativas no se puede replicar mecánicamente en ambientes sociales y culturales diversos, los resultados del referido programa y la efectividad del diseño instruccional del “centro”, adoptado como modelo de diagnóstico-intervención-seguimiento, parece lógico tomarlo como referente para el diseño de políticas educativas en nuestro país, ya que la efectividad de éstas debe evaluarse en función de sus resultados e impactos.
Al compararse las experiencias del programa y los resultados de la PAES, se puede afirmar que los métodos de enseñanza aplicados, a las matemáticas, son más eficaces y eficientes en el Programa de Jóvenes Talentos, que los utilizados en el sistema educativo nacional y que como resultado de esta comparación, podrían extraerse algunas lecciones sobre cómo aprende el niño los contenidos numéricos, haciéndonos reflexionar acerca de la vigencia de la teoría cognoscitivista de Piaget sobre esta disciplina.
Lo anterior resulta sumamente importante porque en la medida en que se estimule el desarrollo de las habilidades numéricas y pensamiento abstracto de manera oportuna, se estarían remontando las deficiencias reportadas por nuestra población estudiantil en el área de matemáticas, al menos, de forma significativa. Adicionalmente, se estaría dando un paso muy importante para cerrar brechas en materia de desarrollo de capital humano.
Sin embargo, el cambio en el diseño instruccional es sólo parte de la solución a la problemática colectiva aquí mencionada, ya que los responsables de su concreción, mediante su práctica docente, son los maestros; de ahí que la actualización sistemática de los conocimientos y metodologías de enseñanza de los docentes, sea otro de los componentes esenciales para la formulación de una política pública educativa exitosa para nuestro país.
BIBLIOGRAFIA:
 BIXIO, Cecilia; Enseñar a Aprender, construir un espacio colectivo de enseñanza-aprendizaje; HomoSapiens editores; Argentina 2005.
 FULLAT, Octavi; Filosofía de la Educación, Editorial Síntesis; España 2000.
 FREIRE, Paulo; Cartas a quien desee enseñar; Editorial Siglo XXI; México 2009.

ACCESO A LA EDUCACIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDADES

El día 3 de diciembre de este año (2008) se celebró en el Hotel Real Intercontinental, la Mesa Permanente de Personas con Discapacidades, bajo los auspicios de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y del Inter American Foundation, donde se dio a conocer el Convenio de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su protocolo facultativo, dentro del cual se desarrollan una serie de obligaciones para los Estados parte, a favor de la integración plena de las personas con discapacidades a la sociedad.

Relacionado con este acontecimiento, nos pareció pertinente desarrollar este artículo desde la perspectiva de la importancia de las aplicaciones tecnológicas para asistir a personas discapacitadas durante el proceso de enseñanza aprendizaje.

Las facilidades tecnológicas disponibles, a costos razonables, pueden facilitar la integración de las personas con discapacidades a programas educativos regulares, ofreciéndoles así una verdadera oportunidad para desarrollar su potencial y creatividad productiva, en beneficios del desarrollo económico y social de su entorno relevante, superándose con ello la estigmatización de que son objeto, a veces, por ser parte de un colectivo imaginario vulnerable de la sociedad, de quienes se subestima su capacidad de trabajo, no sólo por las limitaciones físicas que experimentan, sino por la falta de oportunidades de formación que han enfrentado a lo largo de la vida, dado que el sistema educativo, los métodos de enseñanza y los materiales didácticos, en medios como los nuestros, son relativamente rígidos para atender a niños y jóvenes con algún tipo de limitación.

Con el desarrollo tecnológico actual se pueden superar estos obstáculos que les impiden acceder a la educación demandada por el mercado laboral, ya que los dispositivos tecnológicos para compensar limitaciones visuales, auditivas y sensoriales son accesibles y la producción de tecnología aplicable a la educación, en los últimos años, tanto en términos de componentes como de aplicativos accionados mediante instrucciones orales o convertidores de texto a sonidos, ayudan a personas con dificultades motrices o sensoriales a utilizar equipos de trabajo convencionales.

Además, la educación a distancia acerca las aulas a las personas con discapacidades, en contraposición al formado educativo tradicional en que las personas tenían que acudir, indefectiblemente, a una escuela o centro de aprendizaje.

Asimismo la evolución tecnológica ha alterado radicalmente los conceptos convencionales de trabajo, ya que en la actualidad existen experiencias de teletrabajo en todas nuestras economías que demuestran que muchas actividades puedan realizarse desde el hogar y que los trabajadores que colaboran con alguna organización, no necesariamente tienen que presentarse a un centro de trabajo, sino que pueden recibir encargos mediante correo, físico o electrónico, y ejecutarlos donde se sientan más cómodos y enviarlos de la misma manera a quien se los encargó. Esto ayuda mucho a personas que tienen dificultades para movilizarse, por razones de tiempo, de costos u otro tipo de dificultad (discapacidades), pudiendo trabajar desde sus casas, universidades o centro comunitarios.

Estas nuevas modalidades de trabajo complementan perfectamente los procesos de aprendizaje que se están desarrollando rápidamente en la comunidad educativa, como son las escuelas abiertas, aulas virtuales, teleconferencias, tutoriales para el autoaprendizaje, etc.

Bajo este concepto muchas actividades se realizan entre personas que nunca llegan a conocerse en persona, pero que forman parte de comunidades educativas, culturales o laborales; en tal sentido, personas discapacitadas pueden integrarse "fácilmente" en este tipo de sociedades y espacios de trabajo.

Amartya Sen, premio Nobel de economía, al analizar la problemática de la pobreza a nivel mundial, ha elaborado toda una argumentación en torno a las capacidades individuales para desarrollar actividades productivas de manera competitiva; en ese sentido, una forma de avanzar hacia la aplicación efectiva de la convención antes mencionada, es precisamente mediante el desarrollo de las capacidades de las personas con limitaciones.

A partir del planteamiento del profesor Sen, nos parece que, en el caso de personas con discapacidades, los esfuerzos que se hagan en el sistema educativo para desarrollar sus capacidades, tienen un doble mérito, ya que además de habilitar a la persona para competir exitosamente en el mercado laboral, le ayuda a compensar, de alguna manera, sus limitaciones físicas o sensoriales y permiten además, identificar tareas que claramente pueden ser realizarlas personas "discapacitadas".

A manera de ejemplo podemos señalar que personas no videntes pueden acceder a literatura actualizada, sin necesidad de esperar a que sea traducida al sistema Braile, si éstas disponen de lectores de texto que permiten convertirlos en audio, por lo que, dichas personas ya no deben depender de alguien que les lea los textos usados para su aprendizaje o que tengan que asistirlos al tomar exámenes convencionales. Aunque siempre queda la posibilidad de hacer evaluaciones orales.

Además, existen teclados especiales para personas con limitaciones físicas que les permiten ingresar sílabas o palabras completas a través de una simple tecla, así como dispositivos periféricos para ingresar datos de manera oral.

De igual manera se puede disponer de material visual con subtítulos para personas sordas o con problemas graves de audición, así recuadros donde se traduce la exposición a través del lenguaje de señas.

Por otro lado se han desarrollado dispositivos como extensiones artificiales para personas con discapacidades físicas, para el uso de equipo de computación convencional, con lo cual pueden trabajar con equipos estándares, reduciéndose así los costos en tecnología para la asistencia de personas con diversas capacidades físicas, ya que sólo sería necesario comprar los dispositivos adecuados para cada estudiante, según sus limitaciones.

Michael M. Behrmann, profesor de educación y director del Centro para Discapacitados de la Universidad George Mason, agrupa la tecnología aplicada para fines didácticos, en herramientas visuales, auditivas, de comunicación y ortopédicas y destaca cómo este tipo de tecnología asistencial para alumnos especiales resulta tan versátil que se ha integrado a la tecnología educativa convencional, es decir, que sus bondades se han extendido a personas sin discapacidades, ayudándoles en el proceso se enseñanza aprendizaje, trascendiéndose con ello la esfera experimental, de tal manera que los estudiantes con limitaciones pueden participar en programas regulares de estudio y adquirir las competencias necesarias para optar por puestos de trabajo apropiados a sus habilidades y conocimientos, siendo todo esto consistente con lo planteado por Amartya Sen sobre las causas de la pobreza y el diseño de políticas educativas efectivas para atacarlas.

No esta de más mencionar las mejoras físicas que se pueden hacer en los centros de educación para hacerlos más accesibles a personas discapacitadas, rampas, superficies sin obstáculos, baños apropiados para personas con sillas de rueda, etc.

Como consecuencia de estos compromisos, sería necesario examinar en qué medida los programas educativos admiten la incorporación de tecnología apropiada para asistir a las personas discapacitadas en el proceso de enseñanza aprendizaje regular, a fin que éstas puedan acceder, realmente, a oportunidades de trabajo adecuadamente remunerados; sin embargo, no basta la simple incorporación de tecnología para enfrentar esta problemática, sino que además, es necesario capacitar a los docentes en su aplicación pedagógica para que se conviertan en mediadores eficientes entre esta tecnología y las necesidades de aprendizaje de los alumnos con discapacidades.